Dos pastores, un matrimonio, fueron detenidos el 19 de mayo tras invocar sus creencias religiosas ante un tribunal militar donde su hijo era juzgado por intentar evadir el servicio militar obligatorio.
Luis Guillermo Borjas y Roxana Rojas, residentes de Nueva Gerona, Isla de la Juventud, y afiliados a la denominación Asambleas de Dios, con personalidad jurídica en Cuba, fueron acusados de los delitos de desacato y desobediencia a las autoridades. Su juicio está programado para el 9 de junio. La fiscalía ha solicitado su condena a ocho años de prisión.
La pareja fue citada a comparecer ante el tribunal militar después de que su hijo, Kevin Laureido Rojas, se fugara de una instalación militar tras ser llevado a la fuerza para realizar el servicio militar, obligatorio para todos los varones cubanos de 18 años, a pesar de contar con una exención médica. Ante el tribunal, la pareja presentó documentos de una comisión médica que determinó una condición psiquiátrica en su hijo que lo incapacitaba para realizar el servicio militar.
Cuando el
fiscal militar acusó a la pareja de mentir y presentar pruebas falsas, el
pastor Borjas protestó, afirmando que los funcionarios del tribunal rendirían
cuentas ante ‘la justicia divina’. El fiscal ordenó entonces la detención y
acusación de la pareja, alegando que es ilegal mencionar a Dios o su justicia
en un tribunal militar.
El pastor Borjas fue detenido y enviado a una celda de la comisaría, pero la pastora Rojas, quien padece una afección cardíaca, fue trasladada inconsciente al hospital esa misma noche. CSW ha recibido informes de que, mientras se encontraba hospitalizada, la pastora Rojas fue acosado por un joven vestido de civil que se hizo pasar falsamente por enfermero.
La Directora de Incidencia Política de CSW, Anna Lee Stangl, declaró: ‘Exigimos a las autoridades cubanas que retiren de inmediato los cargos penales contra los pastores Luis Guillermo Borjas y Roxana Rojas, y que liberen al pastor Borjas. Es inaceptable que una simple referencia a sus creencias religiosas, en respuesta al trato injusto que los militares le dan a su hijo, sea criminalizada, y aún más inadmisible que el gobierno solicite una condena de ocho años de prisión. CSW insta a la comunidad internacional a presionar al gobierno cubano para que defienda los derechos a la libertad de expresión y la libertad de religión o creencias, que a menudo se entrecruzan, para todos’.